Juego 1: El Rincon de los sentidos

Desarrollo: ponerle el antifaz al niño y llevarlo a una mesa donde hayamos puesto objetos de varias formas, tamaños y texturas, por ejemplo: tierra, cepillo, plastelina… le daremos un objeto y le pediremos que use sus sentidos para descubrir de qué objeto se trata. ¡Qué divertido es conocer cosas palpándolas! Se lo pasan en grande!

Juego 2: Espejito Espejito

Desarrollo: nos ponemos en circulo sentados en el suelo, si es en casa, todos los miembros participan, cogemos el espejo y cada uno de los miembros del círculo, se mira al espejo y dice la parte que más le gusta de él, y lo pasa al siguiente participante, así hasta llegar al límite que nos pongamos ( si queremos ponernos límite) de esta forma, estamos trabajando la autoestima y la confianza en nosotros mismos.

Juego 3: Actividad de Relajación

Actividades de Relajación

Actividad 1: Relajación Muscular

Los niños se tumbarán en el suelo (sobre unas colchonetas o esterillas) y escucharán una voz que les irá diciendo como relajar  las diferentes partes del cuerpo: la cabeza , los hombros, los brazos, las manos, etc.

Para la realización de este ejercicio se puede utilizar la traducción que Elsa Punset hace de la locución que Daniel Goleman del libro «lnteligencia emocional infantil y juvenil», de Linda Lan Tieri.

Actividad 2: La hormiga y el León

Mostraremos a los niños como respiran el león y la hormiga. La hormiga es pequeña y respira despacio y lento, en cambio el león que es grande y fuerte necesita respirar rápido y fuerte. Los niños y niñas aprenderán que la respiración adecuada es la de la hormiga.

Actividad 3: Somos un globo

Cada niño se convierte en un globo que se infla y se desinfla. Aprenderán a inspirar por la nariz y a expirar por la boca. Nos podemos ayudar con los brazos para que así nos podamos imaginar la imagen de un globo. Los brazos de abren y se alzan cuando se infla el globo y se cierran y bajan cuando se desinfla.

Actividad 4: Nos relajamos

Desarrollo: los niños se tumbaran en el suelo (sobre unas colchonetas o esterillas). Explicamos a los niños que hay veces que por diferentes motivos estamos más nerviosos de lo habitual. Explicamos a los niños que podemos controlar esos nervios relajándonos.

A continuación, ponemos una música relajante. Empezamos a hablar despacio y no muy alto, dejando que nuestra voz se escuche por encima de la música. Comenzamos diciendo que estamos tumbados, muy relajados y a gusto. Estamos en el campo, sobre la hierba, y nos está dando el solecito. Oímos los pájaros cantar, y es muy bonito. Ahora somos una mariposa; desplegamos nuestras alas y vamos volando hasta esa flor tan bonita que tenemos enfrente. Nos posamos en la flor, y estamos muy a gusto. Respiramos hondo. Se sigue escuchando el canto de los pájaros y nos relaja mucho, y el sol sigue calentando… y estamos muy relajados… Seguimos hablándoles en este estilo guiado por nuestra imaginación, el tiempo que estimemos conveniente.