¿Cuántas veces nos hemos dejado el móvil en casa y hemos pensado en que ya nadie nos podía localizar? ¿Cuántas veces hemos dado media vuelta o subido otra vez en el ascensor porque nos habíamos dejado el móvil en casa? ¿Cuántas veces se nos ha parado el mundo porque nos hemos quedado sin batería?¿ Cuántas veces hemos querido controlar a nuestros hijos y les hemos dado un móvil?
Hoy me gustaría hablaros de un nuevo trastorno, la Nomofobia.
Todas las preguntas anteriores nos pueden llevar a pensar muchas cosas, pues sí, puede que estéis en lo cierto. Si a alguno de vosotros os ha pasado o le está pasando puede ser que estéis en la dirección de la “ nueva enfermedad del siglo XXI”, y a esto es lo que llamamos los psicólogos Nomofobia o miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. La Nomofobia, viene de la expresión inglesa «no-mobile-phone phobia», acuñado por un estudio realizado en Reino Unido en 2011. Llegando a resultados tan sorprendentes como que más de la mitad de las personas que participaron sufren ataques de ansiedad cuando pierden el teléfono, se quedan sin batería o no tienen cobertura… Dato asombrante, no??
Bueno pues en los niños también ocurre… por suerte o por desgracia, somos los modelos de nuestros hijos, y la educación que les damos se ve reflejada en ellos, tanto para lo bueno como para lo malo, por lo que si estamos todo el día pendientes del móvil, en redes sociales, mirando constantemente o desbloqueando este aparato, ellos también lo harán.
Cada vez son más niños los que tienen un móvil, y cada vez a más temprana edad. En muchas ocasiones por capricho, en otras porque todo su grupo de iguales lo tiene y en la mayoría de los casos para que sus padres puedan tener control sobre ellos y localizarlos a cualquier hora del día.
¿Le doy un móvil o no? Es una decisión difícil de tomar, ya que si no se lo doy y es el único de sus amigos que no lo tienen se sentirá desplazado, pero si se lo doy no lo suelta ni para ir a la ducha… Por lo que una recomendación aceptable sería el uso del móvil en determinados momentos y a determinadas horas, manteniéndonos firmes en esta decisión y por su puesto siendo ejemplo de ello.
Ojo! El uso de las nuevas tecnologías no implica que estemos induciendo a una adicción a nuestro hijo pero si hay que tener unos límites de uso y unos horarios, ya que puede generar adicción.
Es mejor combinar juego didáctico y móvil, como hacemos con la televisión, sólo que esta en los últimos tiempos parece que haya pasado a un segundo plano. Sin embargo, aún puede ser motivo de refuerzo para nuestros hijos.
Espero vuestros comentarios!!
Psicóloga Infantil
Muy interesante el artículo! Pondré en práctica los consejos. Gracias.