Una de las cosas que me encuentro en consulta muchas veces son situaciones donde los padres no saben cómo, cuándo y por qué decir “no” a sus hijos cuando no hacen determinadas conductas o no conseguimos lo que nos proponemos con ellos.
Y es que muchas veces como padres nos inunda el sentimiento de culpabilidad y no sabemos si nos estamos pasando con una cosa o con otra o si estaré cortándole la libertad, ¿no os pasa? Porque a mí como madre también me ha pasado. Entonces…. ¿Límites sí o no?
En primer lugar deciros que los límites son buenos porque…
- Dan seguridad al niño: imaginaros en un mundo donde no conocéis como se hacen las cosas, ni como tenéis que comunicaros, comprar…. Os gustaría que alguien os indicase cómo hacerlo? O cuando vais a un país nuevo, no os gusta conocer las normas de convivencia para estar más cómodos? (otra cosa es que estéis más o menos de acuerdo con esas normas….)
 - Enseñamos que todos tenemos los mismos derechos
 - Cuando empleamos la palabra NO lo estamos haciendo ante cosas y motivos muy concretos, claros y concisos.
 - Enseñando qué cosas son perjudiciales y que otras cosas no…
 - Ayudamos al niño a comprender el mundo desde un punto de vista social ( convivencia) y no solo psicológico ( deseo y placer )
 - Enseñamos a gestionar la frustración
 - Enseñamos el origen de la paciencia
 - Damos ejemplo de ellos al cumplirlos nosotros también.
 
En segundo lugar tenemos que tener en cuenta que poner límites no es…
- Dar un cachete a tiempo, lo que estamos enseñando es a tener miedo del más fuerte, o del mayor
 - Hacer lo que como padres queremos o deseamos
 - Ser autoritario sin dar mayores explicaciones
 - La ley del más fuerte
 - Invadir la privacidad
 
A continuación os dejo unas pequeñas pautas para poner límites sin excederse…
- Nunca impongas límites a tus hijos persiguiendo un placer o interés personal
 - No incumplas tus propias reglas, el niño está en continuo aprendizaje
 - No establezcas normas distintas para cada hijo, lo que vale para uno, vale para todos
 
Por supuesto límites sí, pero siguiendo unas pautas coherentes siempre 😉
					